Se escapa... como por inercia o por precaución... como almas en la bóveda de los secretos austeros que han olvidado el perdón de sus sollozos. Un instante perdido pero ganado en la nada, en la soledad, en la insistencia de tus días, con ganancias venideras, pérdidas incuantificables y quizás aire que alcanza a comprender lo que mis ojos no quieren.
Un instante, un minuto de días, un manto de poros vagando en un trozo de roca que gime en su interior, en la latencia de carente atención, en el núcleo del sentir; en el ameno oscuro... pútrido... desnutrido... vagabundo... oxidado... tú.
Un instante, un segundo respirado, emanado, exhalado, instado y muchas veces herido en las enredaderas inertes de tus cavidades; el corazón... el sol, no se posa la nada en ti, se recibe el hedor del pésimo augurio.
Un instante, un mal nacido, un bastardo y puto instante... en dónde quedaron...
En dónde estás...
15 julio 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario