~No esperes...

No esperes que la vida te regale un mañana, si no haces algo por cambiar tu ahora,
no espero que mis días sepan a ti ya que la amargura de mis ojos traspasa tu hablar,
no dejo que mi mente tullida y acongojada rasque las lágrimas de tus verdades,
aunque quisiera saber el por qué de esa desdicha que me narraste en pocas miradas...

No pienso que el saber de tus pupilas llegue rodando a mi cama,
si tus manos se niegan a abrazar mis sentimientos,
prefiero ser la que no espera lo posible,
la que teme lo improbable, el pasado que te atocha,
te corta la respiración como cuando me respirabas los perdones,
las excusas que volaban tu cabello a modo de pesares.

Olvidaste que te quiero, porque no esperas saberlo,
porque no esperas quererme,
porque no esperas saberlo, no esperas oírme,
ni mucho menos sabes que sé que te espero de todos modos;
tú no sabes que me quieres correr del viento afeminado de tus manos,
no esperes, porque yo espero por ti.-

Cotidie Morimur [Morimos cada Día]

Si las sales que llevamos en el cuerpo nos dejan salir las lágrimas,
es preciso recapacitar antes de que el paraíso del miedo ronde en mis ojos.

Si muero cada día, si nazco con cada sol de verano, renazco en cada nube del horizonte nocturno...
Salgo con el alba que no me incita a perder la memoria en mis noches de muerte...

Nazco como las cenizas de la vejez que me recuerdan las veces en que perdoné mis errores,
y quiero ser dueña de las mismas miradas que nunca te entregaron amor,
miro mi sencillez que a veces ha parado el celeste aire que emana la belleza,
entonces sales del pesado hedor que ha mantenido cercana esta vida,
esta experiencia que deja juntar pedazos de existir para restaurar mi alma.

Nacer, cada día, nacer cada noche con las estrellas que fecundan mi nuevo vivir.