Nadie de nosotros, ni uno solo, ni la mínima parte. Ni el mínimo pensamiento...
Rabia arrancada del vagón número 23... sentidos aquebrantados muchas veces por raciocinio vulgar. Lucro con tu mente, te mientes al mirarte desde adentro y fluyes en un caudal de fundamentos mal paridos.
Recelo, dolor y hambre de puteadas grotescas, en fin...
Siempre es lo mismo... nada, no hay espacio para inhalar.
27 abril 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario